Felodela

Felodela nace de la promesa y necesidad de honrar su vida y la de su familia. De contar hasta que las palabras se agoten. Mitad rolo, mitad barranquillero se echa al hombro la tradición de una alegría amarga y el frío capitalino pa' un corazón que late al son de un tambor en la arenosa. Su sonido converge en ambientes de lluvia nocturna y perros raspando bolsas de basura, así como tardes de pola, lora y delirio mascando ritmos con patacón con queso inmerso en dolores matutinos. El rap como ejercicio constante de memoria que logra traducir en un sonido suave aunque firme, tranquilo aunque aletoso y reflexivo casi contemplativo, como si luego de contarlo todo, al final, aclarara que no hay nada en realidad, que ¡ya fue!, que la vida resulta un loop y nada empieza ni nada acaba realmente.